El Kremlin afirmó el miércoles que los últimos simulacros nucleares de Rusia habían sido planeados con antelación como parte de su programa rutinario de disuasión estratégica. Sin embargo, esta ronda de simulacros llamó la atención porque en ella también participaron bombarderos estratégicos Tu-95 disparando misiles de crucero de largo alcance, una escalada pocas veces vista en los últimos años.
Según el Kremlin, el general Valery Gerasimov, jefe del Estado Mayor ruso, informó al presidente Vladimir Putin a través de un enlace de vídeo de que los ejercicios sirvieron para «practicar los procedimientos de autorización del uso de armas nucleares».
Sentado solo ante una gran mesa blanca redonda, Putin aparecía en pantalla conferenciando con Gerasimov y el ministro de Defensa Andrei Belousov, los dos hombres que desempeñarían un papel clave en caso de un escenario de mando nuclear.
Putin subrayó que las maniobras estaban «planificadas desde hace tiempo y formaban parte de las medidas regulares de preparación», pero su oportunidad -apenas unas horas después de que Donald Trump anunciara que aplazaba una reunión prevista con Putin en Budapest- hadesatado nuevasespeculaciones geopolíticas.
Trump dijo el martes que las conversaciones estaban «en suspenso» porque no quería que fueran una «pérdida de tiempo». Al parecer, su decisión se produjo tras una conversación telefónica mantenida el lunes entre el secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, y el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov.
Lavrov reiteró el martes que Moscú rechaza un alto el fuego inmediato en Ucrania, mientras que el portavoz del Kremlin , Dmitry Peskov, dijo que la reunión aplazada entre Trump y Putin debe estar «bien preparada».
«Ni el presidente Trump ni el presidente Putin quieren perder el tiempo», dijo Peskov a los periodistas. «Ambos jefes de Estado están acostumbrados a trabajar con eficacia, pero la verdadera eficacia requiere una preparación cuidadosa».
Washington y Bruselas endurecen las sanciones contra Moscú
Al mismo tiempo, Estados Unidos y la Unión Europea anunciaron conjuntamente nuevas sanciones contra las dos mayores petroleras rusas, lo que constituye una de las medidas económicas más graves adoptadas por la administración Trump contra Moscú hasta la fecha.
El Sr. Trump dijo que había «esperado mucho tiempo» antes de acordar las medidas, pero que ahora era «el momento adecuado» y describió la medida como una reacción a la escalada en curso de Rusia en Ucrania.
«He decidido que es el momento», dijo Trump a los periodistas. También había cancelado la reunión en Budapest para evitar enviar «señales contradictorias».
Las sanciones añaden otro nivel de tensión a las ya tensas relaciones entre Washington y Moscú. Los analistas diplomáticos advierten de que ambas partes parecen estar endureciendo sus posturas, aunque la comunicación continúe por canales indirectos.