Las autoridades fiscales británicas refuerzan el control de los activos en criptodivisas bajo la presión del cumplimiento

HM Revenue & Customs (HMRC) está intensificando sus esfuerzos para imponer el cumplimiento y la presentación de informes sobre los criptoactivos, señalando un enfoque más duro hacia la transparencia fiscal en el sector financiero digital.

A partir de principios de 2026, entrarán en vigor las nuevas normas del Marco de Información sobre Activos Criptográficos (CARF, por sus siglas en inglés). Este marco exige a los proveedores de servicios de criptodivisas, incluidas las bolsas, los bancos depositarios y los gestores de carteras, que recopilen datos detallados sobre las transacciones de los usuarios y los comuniquen a las autoridades fiscales.

Dado que el CARF forma parte de una iniciativa liderada por la OCDE para mejorar el intercambio internacional de datos sobre la propiedad y los ingresos de los activos digitales, se trata de un paso importante hacia la coordinación global de la fiscalidad de los criptoactivos. ⚖️ Impacto para las empresas y los particulares Los nuevos requisitos de información pueden suponer costes administrativos y de cumplimiento adicionales para las pequeñas y medianas empresas (PYME) y los particulares que realizan transacciones con criptodivisas. Mientras que las empresas tendrán que mejorar sus sistemas de datos, los particulares pueden enfrentarse a un mayor escrutinio de los ingresos y ganancias de capital relacionados con la criptodivisa.

Los expertos fiscales señalan que el enfoque del Reino Unido refleja movimientos similares en la UE y EE.UU. y refleja una alineación reguladora global para reducir la evasión fiscal y aumentar la transparencia financiera en los mercados descentralizados.

Esta evolución pone de relieve una tendencia internacional más amplia: los criptoactivos se integran cada vez más en los regímenes fiscales tradicionales. Conclusión:

El anonimato de las criptodivisas está disminuyendo a medida que las autoridades tienen más visibilidad sobre las transacciones digitales.

Las empresas deben invertir en tecnología de cumplimiento para satisfacer las normas de notificación de datos.

Los inversores privados deben estar preparados para declaraciones de impuestos más detalladas y posibles auditorías.

«Esta es una clara señal de que la era de las actividades de criptodivisas mal controladas ha terminado», afirmó un asesor fiscal con sede en Londres. «Los gobiernos quieren transparencia y el cumplimiento se está convirtiendo en una ventaja competitiva, no en una carga».

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