Trump, que lleva mucho tiempo criticando a los aliados europeos por lo que considera un «parasitismo» en el gasto de defensa estadounidense, amenazó recientemente a España con una «penalización comercial» después de que Madrid se negara a cumplir el ambicioso objetivo del 5% de la OTAN para el gasto en defensa, una cifra que supera con creces la directriz del 2% que la alianza mantiene desde hace tiempo. El ex presidente estadounidense consideró la medida como una advertencia a las naciones que, en su opinión, no estaban pagando «su parte justa».
En su respuesta, la Comisión Europea dejó claro que cualquier medida unilateral de EE.UU. contra España se encontraría con una respuesta coordinada de la UE. «Como siempre hacemos, responderemos adecuadamente a las medidas adoptadas contra uno o varios de nuestros Estados miembros», declaró Olof Gill, portavoz de comercio de la Comisión.
Según la legislación de la UE, todos los Estados miembros tienen una política comercial común. Esto significa que las mercancías exportadas desde España no reciben un trato diferente al de las procedentes de Francia, Alemania o cualquier otro país de la UE. Si Washington impusiera aranceles más elevados específicamente a los productos españoles – por encima de la tasa actual del 15% – no sólo violaría las normas comerciales, sino que también pondría en tela de juicio la competencia exclusiva de Bruselas en estos asuntos.
Los analistas advierten de que la retórica de Trump corre el riesgo de reavivar las tensiones comerciales transatlánticas, ya que la UE y EEUU luchan por mantener una frágil asociación económica en medio de la incertidumbre global y la competencia de China. Los funcionarios europeos, mientras tanto, han subrayado que las contribuciones a la defensa no pueden medirse sólo en porcentajes brutos. Señalaron las misiones militares activas de España, su cooperación en materia de inteligencia y su papel humanitario dentro de la OTAN.
En última instancia, la disputa pone de relieve una cuestión más amplia sobre la autonomía estratégica de Europa: ¿hasta dónde está dispuesta a llegar la UE para defender a sus miembros económica y políticamente frente a la presión estadounidense? Para Bruselas, la respuesta parece clara: cualquier ataque a la economía de un miembro se trata como un ataque a todos.