La Unión Europea y China están planeando conversaciones de alto nivel para aliviar las tensiones sobre el comercio de tierras raras y otros minerales clave. Estos materiales son cruciales para la estrategia de transformación ecológica de Europa, especialmente para la producción de baterías, vehículos eléctricos y fabricación de alta tecnología. Los funcionarios de Bruselas afirman que los controles a la exportación y las restricciones a la cadena de suministro de China están aumentando la presión sobre las industrias europeas, lo que impulsa a la UE a buscar fuentes alternativas y reforzar las asociaciones estratégicas. Mientras tanto, crece la preocupación en el sector automovilístico europeo a medida que los fabricantes chinos de vehículos eléctricos amplían rápidamente su cuota de mercado. La Comisión Europea ha advertido de que el equilibrio competitivo está en peligro y ha pedido a los fabricantes europeos de automóviles que aceleren la innovación y la inversión para no quedarse atrás en la carrera mundial de los vehículos eléctricos.
