La Unión Europea ha anunciado un nuevo paquete de sanciones contra los sectores energético, financiero y de criptodivisas rusos, restringiendo aún más el acceso de Moscú a la financiación extranjera y a las tecnologías críticas. Las medidas incluyen controles a la exportación de equipos relacionados con la energía, restricciones más estrictas a las transacciones financieras y un mayor escrutinio de las actividades de criptodivisas vinculadas a empresas rusas.
Los funcionarios de la UE han declarado que las sanciones tienen como objetivo cerrar las lagunas que aún existen y reforzar la seguridad económica y estratégica del bloque. Los analistas señalaron que las últimas medidas podrían obstaculizar significativamente la capacidad de Rusia para modernizar su infraestructura energética y mantener sus operaciones financieras, y amplificar el impacto de las sanciones anteriores.
Los participantes en el mercado también señalaron el impacto potencial en los mercados mundiales de la energía y de los activos digitales, ya que las restricciones podrían afectar a los flujos comerciales y a los patrones de inversión. Los observadores esperan que la UE se coordine estrechamente con sus socios del G7 para garantizar que se maximizan las medidas y se minimizan las perturbaciones involuntarias.