La Unión Europea (UE ) está introduciendo la «Cartera de identidad digital de la UE», un proyecto que permitirá a los ciudadanos almacenar de forma segura sus documentos de identidad, diplomas, permisos de conducir y otros documentos oficiales en formato digital.
El nuevo sistema se introducirá en todos los Estados miembros antes de 2026.
Los ciudadanos toman el control de su identidad
Según la Comisión Europea, la cartera de identidad digital permitirá a los ciudadanos almacenar información sobre su identidad, diplomas universitarios o datos sanitarios directamente en sus teléfonos inteligentes.
Al acceder a los servicios en línea, los usuarios sólo podrán transmitir la información necesaria – por ejemplo, la confirmación de que son «mayores de 18 años» sin revelar su fecha exacta de nacimiento.
El sistema se basa en la tecnología de identidad descentralizada (DID).
En lugar de almacenarse en una única base de datos centralizada, los datos personales se guardan de forma segura en los dispositivos de los usuarios o en infraestructuras basadas en blockchain que garantizan la privacidad y la autenticidad.
Próximamente con eIDAS 2.0
El proyecto se desarrolla en el marco del reglamento eIDAS 2.0, que actualiza las normas de la UE sobre identidades digitales.
Bajo el nuevo marco, cada Estado miembro ofrecerá a sus ciudadanos un intercambio voluntario de identidad digital que les permitirá acceder a los servicios públicos y privados de toda Europa con una única identidad digital de confianza.
Pruebas piloto en marcha
A partir de 2023, la Comisión Europea ha financiado varios programas piloto para probar el intercambio de identidad digital en escenarios reales.
Estos proyectos piloto incluyen:
- Permisos de conducir digitales
- Verificación del título universitario
- Compartir datos sanitarios
- Conexiones bancarias
Seguridad y protección de datos ante todo
La UE subraya que el sistema se está desarrollando con un enfoque de «privacidad por diseño».
Los datos de los usuarios se cifran y almacenan localmente en el dispositivo, mientras que la autenticación se basa en técnicas criptográficas modernas como las pruebas de conocimiento cero, que permiten a las personas demostrar su identidad sin revelar su identidad completa.