«Aunque las previsiones a corto plazo se han revisado ligeramente al alza, el crecimiento mundial sigue siendo moderado a medida que las nuevas medidas políticas empiezan a surtir efecto». La economía mundial lucha por adaptarse a un panorama remodelado por las nuevas medidas políticas. Algunos de los excesos de los elevados aranceles se han visto mitigados por acuerdos y retrocesos posteriores. Pero el entorno general sigue siendo volátil y los factores temporales como el frontloading, que apoyaron la actividad en la primera mitad de 2025, están menguando.
En general, las previsiones de crecimiento mundial del último informe Perspectivas de la economía mundial (WEO) se han revisado al alza en comparación con el WEO de abril de 2025, mientras que siguen apuntando a una revisión a la baja en comparación con las previsiones anteriores al cambio de políticas. Se prevé que el crecimiento mundial se ralentice del 3,3% en 2024 al 3,2% en 2025 y al 3,1% en 2026, con un crecimiento previsto de las economías avanzadas de alrededor del 1,5% y de las economías emergentes y en desarrollo de algo más del 4%. Según las proyecciones, la inflación seguirá bajando en todo el mundo, aunque a ritmos diferentes en cada país: Por encima del objetivo en EE.UU. -con riesgos al alza- y baja en otros países.
Los riesgos son a la baja. La persistencia de la incertidumbre, el aumento del proteccionismo y las perturbaciones de la oferta de mano de obra podrían frenar el crecimiento. Las vulnerabilidades financieras, las posibles correcciones del mercado financiero y la erosión de las instituciones podrían amenazar la estabilidad.
Los responsables políticos están llamados a restablecer la confianza mediante políticas creíbles, transparentes y sostenibles. La diplomacia comercial debe ir acompañada de ajustes macroeconómicos. Deben reconstruirse los colchones fiscales. Debe mantenerse la independencia del banco central. Deben redoblarse los esfuerzos de reforma estructural. Como se muestra en el capítulo 2, las medidas adoptadas hasta ahora para mejorar el marco político han sido útiles para los países. Como se muestra en el capítulo 3, la política industrial puede desempeñar un papel, pero su uso debe tener plenamente en cuenta los costes de oportunidad y las compensaciones.