El Banco de Inglaterra (BoE) quiere crear un marco regulador para las stablecoins antes de finales de 2026 para seguir el ritmo de otros países que han abierto sus sistemas financieros a estos activos digitales. Según un informe de Bloomberg, que cita fuentes anónimas, el banco central planea lanzar un proceso de consulta sobre la cuestión, que comenzará el 10 de noviembre.
El objetivo general del banco es igualar el ritmo de Estados Unidos, que aprobó su legislación sobre stablecoin a principios de este año. Mientras tanto, las fuentes anónimas revelaron que el BoE se inclina por un enfoque normativo que exigiría que las stablecoins estuvieran respaldadas por bonos o deuda pública. Tal medida crearía una demanda natural de bonos del Estado y letras del Tesoro del Reino Unido.
Hasta hace poco, el BoE había estado sometido a la presión del Tesoro británico, que al parecer se sentía frustrado por la lentitud del banco central en esta cuestión. Los funcionarios argumentaban que el enfoque extremadamente cauto del BoE había llevado al Reino Unido a quedarse rezagado con respecto a otros países. Los críticos afirmaron que la lentitud del banco daba ventaja a Estados Unidos como líder, algo de lo que los funcionarios podrían arrepentirse más adelante.
Sin embargo, ahora que el BoE ha señalado su voluntad de avanzar, los representantes de la industria piden que se acelere el proceso. Katharine Braddick, jefa de estrategia de Barclays y ex canciller de Hacienda, afirmó que el Reino Unido debe darse prisa si quiere competir con Estados Unidos.
«Es probable que asistamos a una fase más rápida de desarrollo político y normativo y de trabajo político estratégico, sobre todo por parte del Reino Unido», afirmó Braddick. «El ritmo, la ambición y la escala de lo que EE.UU. está tratando de lograr es un verdadero reto para nosotros».
Aunque el Banco de Inglaterra ha adoptado una postura relativamente suave, al gobernador Andrew Bailey le sigue preocupando que lo que considera «lagunas e incoherencias significativas» entre los distintos sistemas de stablecoin puedan suponer una amenaza para la estabilidad financiera.