El presidente chipriota, Nikos Christodoulides, ha reafirmado su compromiso con la reunificación de Chipre. Afirmó que su gobierno estaba dispuesto a reanudar las conversaciones de paz «incluso la próxima semana» en un renovado impulso para poner fin a una de las divisiones políticas más antiguas de Europa.

En su intervención en el programa The Europe Conversation de Euronews, Christodoulides esbozó su visión más amplia, no sólo del futuro de Chipre, sino también de una Unión Europea más fuerte y unida y de una paz duradera en Oriente Próximo, especialmente en Gaza. Sus comentarios se producen pocos meses antes de que Chipre asuma la presidencia rot atoria del Consejo de la UE, lo que proporcionará a Nicosia una plataforma más sólida para abogar por el diálogo y la estabilidad en la región.

El anuncio del presidente se produce tras un importante cambio político en el norte de Chipre, donde Tufan Erhüman, un socialdemócrata favorable a la UE, obtuvo una victoria decisiva en las elecciones locales. La campaña de Erhüman se centró en la reunificación federal de Chipre, un objetivo estrechamente alineado con los parámetros de la ONU y las antiguas posiciones de la UE. Su victoria ha reavivado un cauto optimismo por un avance en el congelado proceso de paz, que se intentó por última vez durante las conversaciones de Crans-Montana en Suiza en 2017, negociaciones que finalmente fracasaron por las garantías de seguridad y los desacuerdos sobre el reparto del poder.

Christodoulides subrayó que el nuevo impulso político representa una oportunidad única. «La división de nuestra isla no puede ser el legado que dejemos a la próxima generación», afirmó, y añadió que Chipre tiene un papel especial que desempeñar en la promoción del diálogo, la cooperación energética y la ayuda humanitaria -especialmente en el contexto del actual conflicto de Gaza- debido a su situación estratégica entre Europa y Oriente Próximo.

Los observadores señalan que el renovado interés de ambas comunidades por el diálogo y un liderazgo de la UE más comprometido podrían crear finalmente las condiciones para un nuevo capítulo diplomático. Sin embargo, los obstáculos de larga data -incluida la postura de Ankara en materia de seguridad y soberanía- siguen siendo formidables.

Pero mientras Chipre se prepara para su próxima presidencia de la UE, el mensaje de Christodoulides es claro: la reunificación, la solidaridad europea y la paz en la región no son ideales lejanos, sino objetivos alcanzables – si hay coraje político por todas las partes.

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